Quiero aprovechar este blog para ir recordando algunas de mis vivencias y experiencias en mis numerosas peregrinaciones a Medjugorje.
No sé si alguien llegará a leerlas, pero, al menos, quiero irlas apuntando, pues se me van olvidando con el paso del tiempo y han sido experiencias con detalles importantes y que pueden ayudar a conocer cómo era Medjugorje y qué ocurre en Medjugorje y qué podemos encontrar si vamos en peregrinación a Medjugorje.
Lo iré escribiendo poco a poco, cuando tenga tiempo y buena disposición interior…
Primera Peregrinación: Marzo de 1987
Empezaré diciendo que conocí Medjugorje de forma totalmente providencial. Estaba en Portugal a principios de 1985 buscando la “Obra de los Santos Angeles”. No la encontraba y cerca de Sameiro, vi lo que parecía un convento y me dirigí allí. Iba con mi esposa y mis dos hijas.
Llamamos y salió una religiosa, que al ver que éramos españoles me dijo que iba a llamar al Padre Milheiro para que nos atendiera.
Mientras esperábamos en la salita de la entrada, vi en una estantería varios libros que ellos habían publicado. Me llamó la atención uno que hablaba de unas Apariciones en Yugoslavia (entonces existía Yugoslavia).
Debo decir que yo llevaba ya unos 20 años metido en el «mundillo» de las apariciones y que había sido testigo de muchos hechos extraordinarios. No obstante, la mayoría de las supuestas «apariciones» y los supuestos «videntes» que conocí no me habían convencido.
Pero al ojear el libro sobre Medjugorje me pareció distinto. Me interesó. Había unas fotos de 6 jóvenes en éxtasis y eso ocurría, en nuestros días, en un país comunista.
Llegó el Padre Milheiro acompañado por la Hermana Isabel. Nos atendieron muy amablemente y nuestra conversación ya no fue sobre la “Obra de los Santos Ángeles” (que conoceríamos más adelante), sino sobre Medjugorje.
Nos hablaron de sus visitas a Medjugorje, de lo que allí habían vivido y nos regalaron 3 libros.
Nació una gran amistad entre el Padre Milheiro y nosotros, entre su Comunidad y nosotros. Esa unión y amistad aún perdura.
Pasados unos meses, el Padre Milheiro me pidió que tradujera del portugués al español el librito : «Abrid vuestros corazones a María, Reina de la Paz«.
Lo hice con mucho gusto y de ese librito se difundieron unos 50.000 ejemplares. Estoy hablando del año 1985. Recuerdo que enviaba cajas a grupos de oración para que los difundieran por medio de todos sus miembros.
Poco después, me pidieron que tradujera un segundo librito, titulado : «Abandonaos enteramente en Mí«. También lo hice, con mucho gusto. De este libro se editaron varios millares de ejemplares, de los que aún me quedan algunos.
Como «premio» por este trabajo que había hecho, me invitaron a ir con ellos a Medjugorje en marzo de 1987.
Por supuesto que acepté. Yo no hacía más que repetir :»¡Qué ilusión!» y esto le chocaba mucho al Padre Milheiro, porque en portugués ilusión quiere decir «lo que no es real«, lo que es una ilusorio.
Fui con el grupo portugués, que era un grupo muy selecto, personas muy religiosas, de gran vida de oración. Un buen grupo, dirigido por el Padre Milheiro y en el que iban también otras religiosas de la Fraternidade Missionaria de Cristo Jovem.
Lo que más me sorprendió en los primeros días en Medjugorje fue oír hablar a los sacerdotes de los Mensajes de Nuestra Señora allí, de sus Apariciones. Me sorprendió positivamente, por supuesto.
A nuestro autobús subieron el Padre Slavko, para dirigirnos unas palabras y también el Padre Tomislav.
Visitamos al Padre Jozo en Tihaljina. Conocía bien el «heroísmo» de este sacerdote, atacado y presionado por el régimen comunista y que fue encarcelado durante 18 meses, en una lúgubre celda.
Quiero contar mis experiencias, mis vivencias, con total sinceridad, sin inventar ni exagerar, pero, también, sin ocultar nada que crea importante.
El Padre Jozo nos fue imponiendo las manos uno a uno. Yo esperaba ese momento con «ilusión«. Veía cómo algunas personas se emocionaban, incluso lloraban. Cuando llegó a mí, me impuso las manos, oró sobre mí, pero estuvo poco tiempo, menos que con la mayoría de las personas.
Me quedé bastante decepcionado, lo digo con sinceridad. ¿Por qué había estado tan poco tiempo conmigo?
Se lo comenté al Padre Milheiro y él me contestó : «Con cada uno está el tiempo que necesita esa persona. Si contigo ha estado poco tiempo es porque lo necesitas menos que otras personas.»
Me quedé más tranquilo, aunque hubiera preferido que hubiera estado más tiempo conmigo.
En Medjugorje me sentía a gusto, pero nada especial. Todos los actos eran en la iglesia. No había explanada. Asistíamos a Misa, las Adoraciones, subimos a los montes. Pero, como dije, anteriormente, yo llevaba muchos años metido en el mundillo de las apariciones. Había presenciado muchos hechos extraordinarios, muchos éxtasis, había oído muchas profecías, que no se cumplían la inmensa mayoría…
Me sentía en Medjugorje como un «observador«, bastante frio, convencido de que lo que allí ocurría no me aportaría nada nuevo. Me daba cuenta que aquello era autentico, que era un Lugar elegido, pero que no tenía nada que ver conmigo.
En ese tiempo en el que yo estuve allí, los videntes tenían las Apariciones en la Casa parroquial. Yo me acerqué dos tardes para «ver el ambiente» y siempre había varios centenares de peregrinos, que se agolpaban ante la escalera con la esperanza de poder entrar y estar presentes durante la Aparición.
Me recordaba el pasaje evangélico de la piscina probática – Betzaetá en hebreo (Jn. cap. 5 vers. 1 a 17). Yo pensé que para mí era imposible poder entrar, pues eran muchas las personas que esperaban y pocos los que conseguían entrar. Pensaba que tampoco lo necesitaba, que no me aportaría nada nuevo, dada mi «gran experiencia» (lo escribo con ironía). Era simple curiosidad.
Pero en la mañana del día 25, anunciación de Nuestra Señora, tuve la intuición de que ese día iba a entrar en la Casa Parroquial para asistir a la aparición.
Me acerqué a las escaleras y me sumé a los varios centenares de peregrinos que esperaban fuera con la esperanza de entrar.
El Padre Slavko iba llamando a las personas, que podían entrar : sacerdotes, enfermos y luego a dos personas por cada uno de los países presentes.
Empezó a nombrar países y el Padre Slavko dejaba pasar a dos personas de cada país. Nombró a España y, con estupor, vi que dos personas levantaban la mano y se adelantaban hacia la escalera. Yo agité mi mano, un poco más lejos. El Padre Slavko les hizo una pregunta y se dio cuenta de que eran italianos, no españoles. Entonces me dejó pasar a mí.
Entré en la Casa Parroquial. Fui uno de los últimos en entrar. Allí estaban Jakov y Marija, en pie, rezando el rosario. Me puse junto al quicio de la puerta, muy cerca de Jakov. Marija estaba a su derecha. Yo les veía perfectamente.
Al llegar el momento de la Aparición, se arrodillaron. No cayeron de rodillas, sino que se arrodillaron, de forma natural.
Les observé atentamente : «Ahora rezan el Padre nuestro, que ha empezado la Santísima Virgen». Rezaron con la Virgen y luego escuchaban y hablaban. Yo. Seguía observando atentamente.
Pero, de pronto, me dije :”¡Seré tonto! Es posible que La Santísima Virgen esté aquí, en esta sala, con nosotros y yo fijándome en si pestañean, si sus movimientos expresiones se corresponden entre ellos, etc.”
Yo estaba de rodillas y entonces, cerré los ojos y me dirigí a la Santísima Virgen :”Madre mía, si estás aquí, déjame sentir tu Presencia”.
Nada más decir esto me sentí envuelto completamente y también inundado por la Presencia de la Santísima Virgen. Su Presencia me envolvía, pero también me llenaba.
Era una Presencia maravillosa, inconfundible, incomparable, pero sobretodo, indescriptible. Nunca la he podido describir en su totalidad.
Yo me sentí abrazado por mi Madre Celestial. No fue nada físico, sino completamente espiritual, muy superior a lo físico, incluso, más real que lo físico. Yo seguía con los ojos cerrados. Me sentí abrazado y acariciado. Sentí (por decirlo de alguna forma) la TERNURA de María. Sentí su cariño, su Belleza, su Pureza.
¡Ternura, Pureza, Belleza! No puedo explicar cómo, pero yo lo sentía plenamente en mi interior.
Fueron unos instantes sin tiempo. En ese abrazo maternal, María me hizo sentir que Ella había estado siempre conmigo, aunque yo no la sintiera ni pensara en Ella. Sentí su Consuelo. Ella había estado siempre a mi lado en los momentos más duros y difíciles de mi vida, en mis sequedades, en mis dudas, en los momentos más oscuros.
Me llenó de una Paz inmensa. Supe entonces lo que era la Paz. No es tranquilidad, no es falta de problemas… Era su Paz, la Paz de Jesús. Esa Paz se puede tener en las mayores adversidades y problemas, porque en esos momentos si Jesús y María están en nuestro interior lo demás es totalmente secundario.
Sentí una Plenitud interior, que nunca había tenido. Me sentí lleno, rebosante, como si no necesitara nada más. A veces nos sentimos solos, necesitamos cariño, nos gusta ser considerados, aplaudidos, admirados…
Lo tenía todo en mi interior y ya no me miraba a mí mismo, ni me preocupaba (en esos momentos) por mí, por “el que dirán”, por las opiniones de los demás… Al contrario, sentía deseos de darme a los demás, de abrazarlos, de decirle qué Madre tan maravillosa tenemos en el Cielo…
Era como si en esos momentos no tuviera pecado original, como si el mal no fuera atractivo, sino despreciable. ¡Qué maravillosa sería nuestra vida si viéramos el mal en su auténtica naturaleza y sólo nos atrajera lo bueno, los valores espirituales…¡Empezaríamos a vivir el Cielo en la tierra!
Nunca había sentido nada igual, ni nunca lo he vuelto a sentir.
Esta vivencia interior me duró varios días.
Cuando me arrodillo ante la imagen de La Santísima Virgen en Tihaljina, revivo, un poco, aquel momento. Es la imagen que más me trasmite la Presencia de La Santísima Virgen.
Gracias Jose Luis por compartirnos tu testimonio de estas maravillones apariciones de nuestra Madre del Cielo. Un fuerte abrazo+ Santiago L. (Argentina)
Me siento feliz con tus relatos, tus testimonio s me hacel feliz.
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un saludo afectuoso
Hermoso tu testimonio . Gracias por compartirlo.
Yo, puedo entender lo q quieres expresar de esa primera aparicion q estabas, pues en el 1995 estuve en medj por primera vez y me quede en la casa de Vicka y ella me invito en una aparicion en su casa,…..
Y tendria q estar mucho tiempo para poder expresar lo q senti????, pues la querida Gospa me regalo sentir su ternura…. Y mucho mas…
Mi vida cambion desde ese momento completamente.
Y para no he dejado de ir a visitar mi madre todos los años y trabajar para su hijo desde entonces.
Dios lo bendiga y muchas gracias por lo q esta asiendo????
Estuviste en Medjugorje dos años antes que yo. Y pudiste ver una aparicion en casa de vicka.
Yo he estado en varias apariciones de Marija (cinco o seis veces), de Ivan (casi al lado en el Pbrdo y muchas en la Cruz Azul), Mirjana (muy cerca en Cenaculo y menos cerca en la Cruz Azul). Pero sólo sentí la Presencia de la Santísima virgen la primera vez.
Es lo que tu dices : TERNURA…
HERMOSOS TESTIMONIOS , HAY UN ANTES Y UN DESPUES DE ESTAR EN MEDJUGORJE,
BENDICIONES A TODOS .
Dios es Grande creo que nos regala un pedacito de cielo a traves las apariciones de nuestra Madre y nos permite entender nuestro llamado a traves de ella; tube la oportunidad de ir a Medjugori con mi esposo y mis tres hijos y fue una experiencia que no solo cambio nuestras vidas si no que lleno de su presencia nuestro hogar Gracias Mama Maria por hacerte Presente en nuestras vidas con tu Amor??❤️
Gracias, Jóse Luis por compartir tu experiencia en Medjugorje.
Yo también conocí ese lugar por casualidad en internet. Este verano fui a visitarlo. A mí la Madre también me ayudó con su abrazo y perdón frente a la cruz . Es un lugar especial donde se vive un poco el cielo. deja huella en nuestro interior y no la quiero olvidar.
Testimonio breve, pero muy bonito, el tuyo.
Pues repetimos su Abrazo : ¡Un abrazo fraterno!.
hermoso testimonio, dichosos los que han podido ir hasta ese lugar bendito y dichoso José Luis por poder llevar a tantos peregrinos para que puedan tener esa experiencia única con Dios que según los testimonios han sentido a un Dios cercano y una Madre llena de ternura que nos ama y nunca nos abandona a pesar de nuestras debilidades y flaquezas. Como quisiera ser uno de esos peregrinos; pero no tengo los recursos económicos para hacer realidad este sueño, le pido a la Santa Madre me ayude a llegar allá a Medjugorje donde el cielo toca la tierra.
Dios lo ha bendecido al poder tener esta oportunidad. Nadie como Dios.
Apreciado hermano, soy una familia sin recursos, vivimos en Colombia, pero siempre imagino que la conversión de mis hijos Martín y Antonio llegará si nuestra Señora nos permite ir a ese lugar tan Santo, mis hijos tan rebeldes no han tenido la alegría de experimentar la alegría de Dios y estoy seguro que nuestra Señora puede hacer grandes milagros.
Hoy me encomiendo a sus oraciones por mi familia y las distintas situaciones que nos preocupan, pero le ruego al Señor que nos dé siempre su abrazo paterno.
Que el Señor bendiga a cada peregrino que ha tenido la fortuna de llegar a este Santuario y recibir el abrazo de María que imploro comparta con los que no tenemos la dicha de ir personalmente. Abrazo fraterno. Camilo
Querida Gospa, necesito mucho tu ayuda, por favor ayúdame con la Oposición y con el problema de mi no hermana, que tanto daño lleva haciendo, 60 años pegándome y amenazándome de muerte
te lo suplico
y el embarazo,